OSTEOMIELITIS HEMATOGENA
OSTEOMIELITIS HEMATOGENA
Introducción
La osteomielitis es una infección localizada en el hueso. Generalmente es causada por microorganismos (predominantemente bacterias) que ingresan al hueso de manera hematógena. Otros mecanismos patogénicos incluyen la inoculación directa (generalmente traumática, pero también quirúrgica) o la invasión local de una infección contigua (por ejemplo, celulitis, sinusitis, enfermedad periodontal).
Epidemiologia
La incidencia de osteomielitis varía geográficamente. Como se resume en una revisión sistemática la incidencia varió de aproximadamente 1 en 5000 a 7700 niños en países desarrollados y 1 en 500 a 2300 niños en países en desarrollo. La osteomielitis hematógena es más común en niños que en adultos. Los niños se ven afectados casi el doble que las niñas. Más de la mitad de los casos pediátricos ocurren en niños menores de cinco años y una cuarta parte en niños menores de dos años. Sin embargo, la osteomielitis es poco frecuente en lactantes pequeños (<4 meses) sin factores de riesgo subyacentes.
Factores de Riesgo
En recién nacidos (<30 días de edad) incluyen: parto complicado, prematuridad, infección de la piel, catéter venoso central, anomalías del tracto urinario, infección materna activa durante el parto.
En lactantes y niños mayores incluyen: anemia falciforme, trastornos de inmunodeficiencia (ejemplo: enfermedad granulomatosa crónica), sepsis, trauma leve coincidente con bacteriemia, catéteres vasculares permanentes, incluidos los catéteres de hemodiálisis.
Factores que facilitan el esparcimiento de la infección desde neonatos hasta los 3 meses de edad:
- La corteza delgada y el periostio pobremente unido, tienen poca capacidad para contener la infección.
- Los capilares metafisarios nutritivos perforan la placa de crecimiento epifisario, particularmente en la cadera, el hombro y la rodilla; Estos capilares pueden propagar de la infección, causando artritis séptica concomitante.
- La cápsula de las articulaciones diartrodiales con frecuencia se extiende hasta la placa epifisaria.
Patogenia
Comienza con un depósito bacteriano en la metáfisis. El traumatismo o la embolia pueden causar la oclusión de los vasos sinusoidales de flujo lento, estableciendo además un nido para la infección. El foco de infección en la metáfisis conduce a la celulitis en la médula ósea. El exudado inflamatorio en la médula provoca un aumento de la presión intramedular, lo que fuerza al exudado, donde puede romperse a través del periostio. Se pueden desarrollar áreas de necrosis ósea en los focos de infección dentro del hueso.
El hueso desvitalizado resultante (llamado sequestrum) puede visualizarse radiográficamente y puede estar rodeado por hueso nuevo colocado por el periostio elevado (llamado involucrum). La infección puede extenderse a la epífisis y al espacio articular adyacente; la extensión contigua al espacio articular ocurre en hasta un tercio de los casos en general. La osteomielitis subaguda / crónica a veces se asocia con la formación de un absceso intraóseo (absceso de Brodie), un área central de supuración y necrosis contenida y encapsulada por tejido de granulación y esclerosis.
Microbiología
La mayoría son causados por bacterias gram positivas, principalmente S. aureus. Sin embargo, no se aísla ningún patógeno en cultivos de sangre de rutina y aspirados de heridas en hasta la mitad de los casos. En niños más pequeños, muchos de estos pueden deberse a Kingella kingae. La mayoría de los casos de osteomielitis hematógena aguda son causados por un solo organismo. Las infecciones polimicrobianas generalmente se asocian con diseminación contigua, traumatismo, insuficiencia vascular o inmovilidad de una extremidad.
Clínica
Los síntomas iniciales de la osteomielitis hematógena pueden ser inespecíficos en niños de todas las edades (p. Ej., Malestar, fiebre leve). Una vez que la infección se establece en el hueso, los síntomas están más localizados. Los niños con osteomielitis hematógena generalmente presentan fiebre aguda, síntomas constitucionales (p. Ej., Irritabilidad, disminución del apetito o actividad), hallazgos focales de inflamación ósea (calor, hinchazón, sensibilidad en los puntos) y limitación de la función (p. Ej., Cojera, uso limitado de la extremidad). ● Dolor: 81%, Signos/síntomas localizados: 70%, Fiebre: 62%, Movimiento reducido: 50%, Carga reducida: 50%
Complicaciones
Extensión de la infección en el tejido blando (Ejm. Piomiositis), frecuente en lactantes pequeños, artritis séptica si la infección se disemina al espacio articular (más frecuente con infecciones del húmero y el fémur proximales) o con el suministro hematógeno de organismos al espacio articular, crecimiento óseo anormal, absceso subperióstico, absceso de Brodie, fractura patológica, infección multifocal, osteonecrosis (necrosis avascular) de la cabeza femoral, colapso o destrucción completa de uno o más cuerpos vertebrales, que pueden estar asociados con cifosis o compresión de la médula espinal, hueso desvitalizado (secuestro) y fístulas cutáneas, osteomielitis crónica (evidencia radiográfica de hueso desvitalizado y ≥2 semanas de signos y síntomas de inflamación ósea).
Evaluación y Diagnóstico
El diagnóstico de osteomielitis está respaldado por una combinación de características clínicas sugestivas de infección ósea, un estudio de imagen con anomalías características de la osteomielitis, una muestra microbiológica o histopatológica positiva, y / o una respuesta a la terapia antimicrobiana empírica. La evaluación inicial de los niños con sospecha de osteomielitis incluye hemograma completo con diferencial, velocidad de sedimentación globular, proteína C reactiva, hemocultivo y radiografías simples.
Manejo
Antibioticoterapia con cefalosporinas de tercera generación + un agente antistafilococo
La intervención quirúrgica puede ser necesaria en el momento de la presentación o durante la terapia antimicrobiana. Las indicaciones incluyen: drenaje de abscesos, desbridamiento de focos de infección contiguos, escisión de secuestro, no mejora después de 48 a 72 horas de terapia antimicrobiana.
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