Lesiones de hombro atribuibles a la aplicación de la vacuna contra la COVID-19

Las lesiones de hombro atribuibles a la vacunación son aquellos efectos adversos secundarios a una inoculación. Su causa más frecuente ha sido la vacunación contra la gripe, pero la actual campaña masiva por la pandemia de SARS-CoV-2 determina que los especialistas conozcan este cuadro para un mejor diagnóstico y tratamiento. Estas lesiones tienen una evolución tórpida y prolongada.

El lugar utilizado para la inoculación es el músculo deltoides por tratarse de un área segura, que permite una buena respuesta inmunológica con bajos efectos adversos, sin dificultar la deambulación y es un área de fácil exposición para el paciente. Sin embargo, no está libre de complicaciones. El efecto adverso comunicado con más frecuencia, cualquiera sea el tipo de vacuna aplicada en el hombro, es el dolor en la zona de inoculación. También puede haber enrojecimiento, picazón, edema, dolor a la palpación, induración y hematoma. Todos estos síntomas suelen ser leves y transitorios, desaparecen en dos o tres días luego de la vacunación.

En un porcentaje menor de casos, se produce una sintomatología local severa y persistente que incluye dolor intenso, pérdida de la movilidad activa y pasiva e incapacidad funcional. La sigla en inglés que identifica a esta situación es SIRVA (Shoulder Injury Related to Vaccine Administration), término con implicancias medico legales que fue acuñado por Atanasoff, en 2010. No hemos encontrado reportes en español relacionados con este cuadro. Lo hemos traducido como “Lesiones de Hombro Atribuibles a la Vacunación” (LHAV).

Lesiones de hombro atribuibles a la aplicación de la vacuna contra la COVID-19
Lesiones de hombro atribuibles a la aplicación de la vacuna contra la COVID-19

Lesiones de hombro atribuibles a la aplicación de la vacuna contra la COVID-19

Características:

1. El cuadro de dolor debe comenzar dentro de las 48 h posteriores a la inoculación.

2. La sintomatología debe durar, al menos, siete días desde su comienzo.

3. El cuadro incluye la pérdida de la movilidad activa que también se puede acompañar de disminución de la movilidad pasiva.

4. La sintomatología previa inmediata a la inoculación pone en duda la existencia de un evento atribuible al acto de la vacunación.

Las LHAV se presentan más comúnmente con bursitis subacromial y subdeltoidea, y lesiones del manguito rotador. En cuanto a los tendones más afectados, se han comunicado lesiones en el supraespinoso, subescapular, infraespinoso y redondo menor. Szari y cols. describieron un caso de LHAV con imágenes por resonancia magnética de tendinopatía en los cuatro tendones del manguito rotador y posible tendinopatía calcificante del redondo menor.

Se han reportado tendinopatía bicipital, sinovitis y derrame glenohumeral, cuadros de capsulitis adhesiva, miositis, formación de abscesos estériles intramusculares, osteítis, acumulación de líquido en el deltoides y en el manguito rotador, artritis erosiva, artritis séptica, osteomielitis y osteonecrosis.

En la mayoría de los casos, el cuadro está generado por una técnica inadecuada de inoculación.

Es posible detectar signos de tendinopatía o incluso de rotura parcial y de espesor completo del manguito rotador, pero suelen ser lesiones previas. Pueden existir lesiones en hueso, calcificación de músculo y edema (acúmulo de agua) del mismo.

En la actualidad, no existe consenso en la bibliografía sobre cómo manejar estas lesiones relacionadas con la vacunación.

Fuente: https://raaot.org.ar/index.php/AAOTMAG/article/view/1421/4375