La Discectomía: Cuando se habla de disco herniado, se hace referencia a cuando un disco de la columna vertebral pierde o atenúa la sensibilidad, o el movimiento, de una de las raíces nerviosas de su alrededor.

A medida que van pasando los años, los discos comienzan a ir perdiendo el líquido que protege la médula espinal, lo que genera el deslizamiento más fácil del mismo.

La Discectomía es un tratamiento quirúrgico poco invasivo, que se utiliza para hacer el arranque de la zona inservible de la hernia que está presente en uno de los discos de la columna vertebral.

Se usa para tratar casos en los que la fisioterapia u otros tratamientos no quirúrgicos no han funcionado del todo, o si peor aún, los síntomas persisten en el paciente y se vuelven más complejos.

Un disco herniado puede causar irritación en los nervios próximos, además de apretarlos, causando fuertes dolores que se irradian por las extremidades. La Discectomía es un tratamiento muy efectivo para tal erradicación.

Tratamiento: Discectomía, ¿cuándo se hace?

  • Cuando hay presencia de dificultad para estar de pie o caminar largos trayectos.
  • Cuando no ha culminado el ciclo del tratamiento tradicional y aun así persiste la lesión, con dolor y debilidad.
  • Cuando el dolor ya está irradiado por otras partes del cuerpo que no estaban antes implicadas, como los glúteos o el tórax.

Pasos realizados en la Discectomía:

  1. Aplicación de anestesia general al paciente.
  2. Corte sobre la zona del cuerpo que corresponde a la columna vertebral.
  3. Definición de la columna vertebral separando los músculos y el tejido, dejando así verla completamente.
  4. Incisión a la parte vertebral que la rodea junto a los nervios.
  5. Se hace un orificio en el disco lesionado para deponer el líquido que está en su interior.
  6. Los músculos vuelven a su lugar y se sutura la incisión, con hilo quirúrgico o grapas.

Resultados de la Discectomía

Se ha comprobado que este tipo de tratamiento ayuda a menguar notablemente los síntomas provocados por la hernia discal, tales como el apretamiento de los nervios y el dolor irradiante.

Pero luego de la Discectomía es necesario revisar las causas específicas en cada caso, puesto que lo que permitió que se lesionara el disco puede repetirse si no se evitan por ejemplo las malas posturas, el levantamiento de cosas muy pesadas, llevar una vida sedentaria, entre otras.